Conocí a Anna Collins en una recepción de prensa en el Hotel Como de Londres, uno de los muchos lugares en los que trabaja. Tras saludarnos cortésmente, me dijo que era Rolfer. Me quedé intrigada y, como firme creyente en las terapias alternativas, estaba deseando saber más. Me explicó que Rolfing es una forma de «integración estructural» que realinea el cuerpo, mejora la postura y retira las (back layers ) ¿capas? (de ahí el nombre de su negocio, (The Polished Onion – “La Cebolla Pulida”) de tensión y emociones que guardamos en nuestro cuerpo.

Estaba fascinada, pero en estado de embarazo muy avanzado en ese momento. Me dio su tarjeta y nos despedimos. Luego me mudé de casa, tuve a mi hijo y, tras dos años de cargar con un bebé -y luego con un niño pequeño-, me di cuenta de que mi espalda estaba en un estado terrible. Mi postura era encorvada, mi pelvis estaba empujada hacia delante (lo que acentuaba mi barriga  posparto), mi espalda estaba curvada y sufría constantemente molestas punzadas que se alternaban en el cuello, los hombros y la espalda. Me acordé de Anna y, milagrosamente, descubrí que aún tenía su tarjeta de visita.

Lo que siguió, fue una serie de 10 sesiones que transformaron completamente mi cuerpo y mi mente. Al final de la «serie» estaba más alta, mis rodillas ya no se bloqueaban, había abordado los problemas de relación que antes había ignorado y ya no tenía dolor de espalda. Mis amigos me preguntaron si había crecido porque era notablemente más alta y mi “barriga de bebé” había desaparecido porque ya no me encorvaba. Seis meses después, los efectos se han mantenido, a diferencia de otras terapias que había probado, como la quiropráctica.

Debido el estrés y la tensión de este año, no puede haber mejor momento para descargar, actualizar y desvelar el mejor, más alto y más fuerte tú. Me puse al día con Anna después del «cierre» en Londres, donde está practicando de nuevo, para aprender más sobre los orígenes y los beneficios del Rolfing.

¿Qué es Rolfing?

Rolfing es el nombre dado al método desarrollado por la Dra. Rolf. Su término preferido es «integración estructural», que a ella le parecía más científico, en una época en la que no se tomaba muy en serio a las mujeres, y menos en los campos científicos. Sin embargo, tenía motivos para considerarse científica: se doctoró en bioquímica por la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1920.

La política del sector hace que algunas escuelas lo llamen de una manera y otras de otra, pero en esencia es el mismo trabajo. La idea es conseguir que el cuerpo esté mejor alineado para que la energía pueda fluir más libremente. Como efecto secundario de este objetivo, hay una gran cantidad de otros beneficios en este proceso.

Rolfing se utiliza principalmente para mejorar la postura. ¿En qué se diferencia Rolfing de los tratamientos quiroprácticos y de otras técnicas de mejora de la postura?

Principalmente se trata de conseguir que el cuerpo esté mejor alineado. La mejora de la postura es uno de los principales beneficios del trabajo y todavía no he visto a nadie que no lo haya conseguido. Es asombroso ver como se repite una y otra vez, y aún más gratificante observar cómo los clientes ven su transformación por sí mismos, a menudo en una sesión, tanto externamente (es decir, estando más alto de pie, con aspecto más delgado) como internamente (sentirse mejor, más fuerte, con energía). No soy experta en otros tratamientos, pero he pasado bastante tiempo en las camillas de otros profesionales a lo largo de los años, que puedo hablar por propia experiencia.

Sencillamente, los resultados no tienden a durar tanto porque normalmente sólo se trabaja la zona del dolor o molestia, en lugar de abordar el cuerpo en su conjunto. Rolfing trabaja la fascia, que es una red continua de tejido conectivo en todo el cuerpo. No se puede hacer algo en una parte sin que tenga efecto en otra. Así que hay que equilibrar el cuerpo en su conjunto para que funcione correctamente.

Además de la mejora de la postura, ¿qué otros beneficios puede aportar Rolfing?

Hay muchos. No todo el mundo consigue todos, por supuesto, pero por lo general cada persona logra alcanzar bastantes: estar más alto, parecer más delgado, la ropa les queda mejor, tienen mejor presencia, lo que a su vez afecta a sus relaciones, tanto en casa como en el trabajo; ¡un chico incluso empezó a hacerse notar y consiguió un aumento de sueldo! También respirar más fácilmente, estar más relajado, tener más energía, estar menos inquieto durante la meditación, sentirse más ligero, más enraizado, con los dolores y las molestias significativamente reducidos o completamente eliminados.

Si practican un deporte, tienden a hacerlo mejor, más rápido y fuerte; los yoguis suelen profundizar en las posturas sin forzarlas. La gente suele encontrar un efecto en cadena en su bienestar mental/emocional/espiritual, por lo que obtienen más claridad en sus vidas en esas áreas. A menudo se preparan para dejar de lado situaciones que se dan cuenta de que ya no les sirven.

A mitad de la serie de Rolfing, comencé a experimentar un sentido más agudo de lo que quería en la vida, y empecé a evaluar cosas que antes había ignorado. ¿Cómo es que Rolfing puede crear tales cambios emocionales y de conciencia?

Todo está conectado. A nivel físico, todo en el cuerpo está conectado a través de la fascia, y por eso es tan importante mantenerla sana. A nivel espiritual, tenemos «otros» cuerpos que generalmente no percibimos, pero que están ahí, rodeando nuestros cuerpos físicos. (Piensa en una muñeca rusa, ¡pero sin la madera!).

Cada «nivel» corresponde a un plano diferente, como el mental, el emocional, el espiritual, etc., y normalmente estos campos son los primeros que se ven afectados, pero por lo general somos incapaces de darnos cuenta de ellos, y sólo empezamos a prestar atención cuando empiezan a afectarnos a nivel físico.

E incluso entonces no solemos hacer algo al respecto inmediatamente, porque esperamos que desaparezca. Pero son señales de que algo no va bien en otro plano, así que tenemos que aprender a prestarles atención. Una vez que soy capaz de empezar a hacer cambios en alguien a nivel físico, también afectará a esos otros planos.

Al liberar algo a nivel físico, también se libera cualquier recuerdo o trauma unido a esos tejidos en el momento de la lesión. La «lesión» puede ser obvia, como una caída de la bicicleta, o menos, como el acoso escolar. Puede ser cualquier cosa. El cuerpo no olvida y con el tiempo hace lo que puede para protegerte, lo que es útil a corto plazo, pero no tanto a largo plazo.

Crear espacio en todos estos planos (físico, mental, emocional) ayuda al cuerpo a ordenarse, y una vez que se libera de los dolores y molestias, es una cosa menos de la que preocuparse, por lo que puede dirigir su atención a otras cosas que necesitan ser abordadas. A medida que avanzan las sesiones, he visto a personas que se cuestionan su situación familiar, su trabajo/carrera, sus elecciones de vida hasta la fecha, y luego toman medidas para mejorarlas, o simplemente se dan cuenta de que no son para ellos y hacen algo diferente que sí les satisface.

¿Qué le llevó a convertirse en profesional de Rolfing?

Encontré Rolfing por casualidad, pero debido a la transformación que experimenté en mis primeras diez series de Integración Estructural, no pude ignorar su potencial. Así que fui a formarme con un discípulo de la Dr. Rolf en Estados Unidos antes de que éste falleciera. Cuando era más joven jugaba al tenis y al golf a un nivel bastante serio y tenía alguna que otra molestia aquí y allá, pero supuse (como todos los jóvenes) que se irían. Y no lo hicieron. La vida como instructora de esquí en Nueva Zelanda y Estados Unidos se sumó a mis problemas deportivos y, cuando volví a casa, estuve viendo a todo tipo de terapeutas que pude encontrar, incluidos los cirujanos.

Nada era extremadamente grave, pero sí lo suficientemente molesto como para requerir mi atención las 24 horas del día, y el ibuprofeno era un compañero constante. No podía entender cómo ninguno de estos expertos podía averiguar qué pasaba y por qué sus intervenciones no me ayudaban. Tras mi descubrimiento de Rolfing, no he tomado ninguna pastilla ni poción para nada y, aunque ya no compito al nivel que lo hacía, ni tampoco juego mucho, soy mucho más fuerte que cuando entrenaba.

¿Qué es lo que más le gusta del Rolfing?

Me encanta ver las sonrisas y apreciar los abrazos de las personas al sentirse mucho mejor. A lo largo de la serie de diez sesiones, construimos una relación realmente especial, que no se parece a la interacción tradicional entre terapeuta y cliente, y al apoyarles de forma holística, los resultados hablan por sí mismos.

Por Nicola Kavanagh

Por su interés, transcribimos esta entrevista del Director de la revista Glass

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