Preguntas frecuentes
Encuentra las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre el método de Rolfing®
El Rolfing® es un trabajo corporal holístico. La Dra. Ida Rolf llamó a su trabajo «Integración Estructural” y desarrolló una serie de diez sesiones que se enlazan sistemáticamente. El Rolfer considera al cuerpo en su totalidad y toma en cuenta sus relaciones estructurales y funcionales. Durante las diez sesiones se aborda toda la red fascial con el objetivo de alinearlo en relación con la gravedad.
Ida P. Rolf reconoció pronto que la gravedad juega un papel esencial como elemento organizador de la estructura corporal, la coordinación del movimiento, la percepción espacial e incluso la expresión humana.
El Rolfing se esfuerza en alinear y equilibrar las partes del cuerpo para que todo el sistema funcione sin dificultades como un todo coordinado. Por ejemplo, las piernas se alinean con la cadera, los hombros con la caja torácica, el cuerpo está colocado sobre los pies de manera que todas las articulaciones y los tejidos están integrados unos con otros. Los beneficios que experimentan muchas personas son: reducción del dolor, aumento de la flexibilidad, mayor conciencia corporal y mejor postura.

Imagen de la fascia
Estas transformaciones son posibles porque el Rolfing se dirige al sistema de soporte flexible interno del cuerpo, conocido también como fascia. Estos tejidos conectivos rodean cada fibra muscular, encapsulan cada articulación e incluso juegan un papel clave en el sistema nervioso. Se considera al sistema fascial como una red intrincada de tensiones internas del cuerpo que es capaz de distribuirlas por todo el organismo.
No obstante, demasiada tensión puede superar la capacidad del cuerpo para adaptarse y producir malestar. Esto puede suponer un agravamiento de dolor articular (los hombros son un ejemplo típico), muscular o una modificación perjudicial de la postura.
Para corregir los desalineamientos internos, el rolfer ejerce presión mediante un toque directo para liberar las sujeciones fasciales y permitir que el cuerpo “renegocie” y restablezca el equilibrio. Actualmente se cree que los toques lentos y profundos del Rolfing estimulan los mecanoreceptores intrafasciales (neuronas sensoriales del nervio muscular), que a la vez activan el sistema nervioso para reducir la tensión de los músculos y fascias relacionados.
Dicho de otra manera, el Rolfing permite al cerebro y al sistema nervioso reprogramar áreas del cuerpo que están recibiendo demasiada estimulación (músculos duros o dolorosos crónicamente). Una vez que se establece un nivel de contracción muscular sano, toda la estructura se libera para expresarse libre de dolor.

“Desde el primer día que vemos a un cliente lo estamos integrando, al final de la primera sesión, al final de la segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima y octava. En cada sesión, antes de que el hombre o la mujer se vayan, deberemos integrarlo en el lugar donde tenga el mejor, el más eficiente uso de su sistema»
Las diez sesiones son un proceso sistemático, diseñado por la Dra. Ida Rolf, para equilibrar y optimizar tanto a la estructura (forma) como a la función (movimiento) de todo el cuerpo a lo largo de las diez sesiones. Fue diseñado originalmente como una herramienta de enseñanza para transferir el conocimiento a los nuevos estudiantes mientras adquirían experiencia y práctica, pero probó ser extremadamente efectiva en el proceso clínico.
Cada sesión se enfoca en liberar restricciones y sujeciones “atrapadas” en una región particular del cuerpo. El terapeuta también mantiene una visión holística de todo el sistema del paciente durante cada sesión, asegurando por tanto que el proceso de trasformación evolucione de forma cómoda y armoniosa.
Las diez sesiones se pueden dividir en tres grupos:
- Sesiones 1 a 3, llamadas sesiones de la “envoltura” donde el objetivo es liberar y equilibrar las capas superficiales de tejido conectivo. Específicamente, la primera sesión se dedica a mejorar la cualidad de la respiración. La segunda sesión ayuda al cuerpo a establecer su base dirigiéndose a las piernas. La tercera sesión trata de relacionar la cabeza, los hombros y la cadera unos con otros cuando se está de pie bajo la influencia de la gravedad.
- Sesiones 4 a7, son referidas como las sesiones del “core” y se examinan las áreas que se encuentran entre la base de la pelvis y lo alto de la cabeza. El “core” también alude a los tejidos profundos de las piernas, cadera, torso, cuello y cabeza, que son abordados en una secuencia que mejora tanto el apoyo como la relación de unos con otros.
- Sesiones 8 a 10: son las sesiones de “integración” dónde el terapeuta se dirige de nuevo a establecer tanto una toma conciencia como a conseguir cambios que no se habían logrado, así como a fomentar una postura natural y un movimiento no forzado. Durante las sesiones ocho y nueve, el terapeuta y el paciente deciden cómo conseguir esta integración de la mejor manera. En la sesión décima, una vez establecido un sentido de orden y un equilibrio recién descubiertos, se pretende un proceso de cierre natural y holístico.
Por otra parte, una vez que se han completado las diez sesiones de Rolfing las mejoras en la postura y el cuerpo se verán estimuladas, impulsadas, aumentando la salud y el bienestar en el futuro.
El Rolfer comienza con una breve observación del paciente de pie, sentado y caminando. Con ello se pretende entender los aspectos básicos de la postura, la respiración, la tensión, la flexibilidad y los patrones de movimiento. Cuando acaban las observaciones, se le pide al paciente que se tumbe en una camilla y el Rolfer, con sus dedos, manos, nudillos y brazos aplicará una presión sensible y precisa en áreas específicas del cuerpo. El tratamiento frecuentemente implica una intervención manual también con la persona sentada y de pie. Los pacientes, mientras se exploran los antiguos hábitos o patrones, con frecuencia son invitados a practicar formas de movimiento más efectivas. Se produce una evolución gradual de la conciencia y del sentido del cuerpo, a través de nuevos aprendizajes en el movimiento, más eficientes y de aplicación en la vida diaria.
Las sesiones de Rolfing nunca son tediosas, ni para dar ni para recibir. Están totalmente adaptadas a cada individuo y sus necesidades particulares. Es una experiencia apasionante tanto para el rolfer como para el paciente, porque cada una de ellas abre una puerta a nuevos descubrimientos, revelaciones y experiencias.
Uno de los malentendidos más comunes sobre el Rolfing considerarlo como una forma de masaje de los tejidos profundos o los músculos. Hay muchas variedades de masajes, que pueden ser particularmente efectivos para liberar los tejidos endurecidos, reducir la tensión y proporcionar una sensación de relajación y bienestar mayores. Estos beneficios también los produce el Rolfing, pero va mas allá, y a veces se confunde la diferencia precisa entre nuestro trabajo y muchas otras modalidades manuales disponibles.
Un estudiante de Ida Rolf dijo una vez que lo que hacen los rolfers puede resumirse en tres palabras: escuchar, discriminar e integrar.
- Escuchamos, o tocamos el tejido, para sentir el desequilibrio en la textura, cualidad y temperatura del mismo, para determinar donde se necesita trabajo.
- Separamos las capas fasciales que están “adheridas” y se trabajan los músculos que han sido desplazados de su posición por la tensión o las lesiones.
- Finalmente, integramos el cuerpo, relacionando sus segmentos con una conexión mejorada, ganando equilibrio físico en el campo gravitatorio.
Otros métodos de manipulación de los tejidos blandos, incluyendo al masaje, buscan relajar, aliviar y frecuentemente corregir síntomas específicos de tensión o dolor, a través de intervenciones locales reconstituyentes al trabajar en las partes que duelen o no funcionan bien.
El enfoque del Rolfing es trabajar con todo el cuerpo, usando principios claramente definidos, sistemáticos y consistentes para reformar y reorganizar, de forma que:
- Facilitemos la relajación a través de la liberación de la tensión y el dolor,
- Restauremos la función y la movilidad, y por tanto infundir una mayor facilidad y eficacia de movimiento.
El Rolfing, al contrario que el masaje, se centra en la fascia más que en los músculos. La fascia es la capa de protección de tejido conectivo que rodea cada músculo y cada fibra; le da al cuerpo soporte y su forma característica, y al estar ampliamente inervado es la clave para la percepción, la postura, la coordinación y el movimiento.
Como la Dra. Rolf enfatizó, el Rolfing también puede ser considerado como una “educación” con la cual el terapeuta guía al paciente, explora la conciencia y el entendimiento, lo que pueden llevar a nuevas opciones y posibilidades para estar de pie, sentarse y adoptar otros movimientos.
Los tratamientos quiroprácticos tienden a enfocarse en el alineamiento de huesos y la movilidad articular. Generalmente, el tratamiento se centra en el área de malestar o discapacidad, usando varios formas para manipularlos o corregirlos, desde golpes ligeros a impulsos de gran velocidad. El Rolfing, por el contrario, entiende que la tensión y la tirantez en la red de tejido blando del cuerpo tienen que ser dirigidas y mitigadas, pues de otra manera los huesos seguirán estando desalineados y necesitarán un reajuste constante. El proceso del Rolfing implica una presión lenta, sostenida y enfocada en una dirección específica para afectar a toda la capa de tejido del cuerpo, en la que los huesos están incrustados. El objetivo del Rolfer es conseguir una tensión equilibrada a través de toda la red fascial del cuerpo, que capacite a los huesos para moverse naturalmente y retornar a su posición y alineamiento adecuados. Y por actuar sobre los elementos blandos como los duros del cuerpo, consigue una sensación sostenida de bienestar.
Por último, nuestro objetivo es darsoporte a nuestros pacientes para que sean responsables de su propia salud física, emocional y psicológica.
La formación de rolfers es un proceso bastante selectivo y actualmente hay unos 1.600 rolfers alrededor del mundo. El Rolfing, sólo a partir de 1950 ha sido investigado, refinado y se han formado individuos en integración estructural. El primer rolfer de Europa fue certificado en Boulder, Colorado, USA en 1970. A mediados de 2011 había 469 rolfers en Europa.
ROLFING. La integración de las estructuras del cuerpo humano. IDA P. ROLF
Plenitud corporal con el rolfing. PETER SCHWIND
Técnicas de Rolfing-movimiento. MARY BOND